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Identidad

El secreto de Sodalicio: años de abuso sexual en una prestigiosa escuela católica de Perú

VICE News contactó con la primera víctima de abuso sexual que usa su nombre real para hablar sobre lo que sucedió dentro de Sodalicio de Vida Cristiana, una exclusiva escuela dedicada a convertir adolescentes de clase alta en sacerdotes.
Imagen por Sodalicio de Vida Cristiana/Website

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El abuso sexual comenzó una tarde en el parque, dice Álvaro Urbina, quien tenía sólo 14 años cuando comenzó su pesadilla.

Su madre, recientemente divorciada, estaba desesperada por dar alguna dirección a la vida de su hijo, de carácter rebelde. Fue entonces cuando decidió meterlo a una costosa escuela en Lima, Perú, llamada Sodalicio de Vida Cristiana.

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Sodalicio es una estricta escuela católica dedicada a transformar adolescentes de la clases altas de Perú en prominentes sacerdotes o devotos con una gran influencia en la sociedad.

'Me tomó mucho tiempo darme cuenta cómo esto me había afectado y cómo me moldeó psicológicamente'.

"Tuvimos algo de química", cuenta Urbina sobre su mentor, quien duplicaba su edad y quien tenía como tarea ser amigo del problemático adolescente. "Era bastante arrogante, pero divertido, muy asertivo y un poco homofóbico".

Una tarde, después de llevar a Urbina y a otros niños por un helado, ambos deambularon a solas por el parque.

Urbina recuerda a su mentor hablando sobre cómo ambos debían confiar en el otro y le dijo que para demostrar su confianza debía bajar sus pantalones y su ropa interior.

A los 14 años, Álvaro Urbina fue víctima de abuso sexual en Sodalicio de Vida Cristiana, un célebre colegio católico en Perú. (Cortesía por Álvaro Urbina/VICE News)

"Él sólo miró mi pene por un tiempo, casi de un modo científico", recuerda Álvaro, ahora de 34 años. "Después de un rato, me pidió que me vistiera y me llevó a casa".

Ese fue el inicio de una relación física que duró dos años y que involucró sexo oral y relaciones sexuales. Urbina y su victimario se veían hasta dos veces por semana.

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Hoy, dos décadas después, Urbina se ha convertido en el primero de docenas de presuntas víctimas que habla sobre el abuso sexual cometido dentro de Sodalicio. También es el primero que permite usar su nombre públicamente.

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Él decidió hablar mientras el escándalo alrededor del grupo — oficialmente afiliado al Vaticano — ha crecido hasta convertirse en una prueba para el Papa Francisco y su promesa de "cero tolerancia" hacia los abusadores sexuales en la Iglesia católica y aquellos que encubran sus delitos.

El caso Sodalicio también ha tenido un particular impacto en Perú porque implica directamente a Luis Fernando Figari, el fundador de la escuela, cuya organización tiene estrechos lazos con la élite del país.

El mes pasado, Sodalicio reconoció que Figari — quien está actualmente "retirado" en Roma y aparentemente no desea volver a Perú — ha cometido abusos y ha sido expulsado del grupo.

'Si sólo pudiera impedir que un niño más sea abusado, sería feliz'

En un video en línea, el actual dirigente de Sodalicio, Alessandro Moroni, tácitamente admitió que el caso de abuso que involucra a Figari es sólo la punta del iceberg, al aceptar que varias víctimas han recibido una "insatisfactoria respuesta" de Sodalicio por años. "Me disculpo ante las víctimas de cualquier abuso o maltrato que hayan experimentado por cualquier miembro de nuestra organización", afirmó. Pero eso no satisface a todos.

"Han pasado tres años desde que Francisco se convirtió en Papa con un discurso muy duro hacia el abuso sexual infantil, pero todavía no vemos acción real", comentó el periodista peruano Pao Ugaz, coautor de un libro sobre los abusos en Sodalicio que impulsó el escándalo hasta las primeras planas en Perú. "No hay transparencia o una respuesta real para las víctimas, o incluso empatía, mucho menos justicia".

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El caso Sodalicio recuerda el escándalo alrededor de Marcial Maciel, el fundador de la orden mexicana Legionarios de Cristo y las décadas de sistemático encubrimiento de abuso sexual. Consejero del Papa Juan Pablo II, Maciel era tratado como un santo en vida por una orden que era muy cercana a los mexicanos más ricos y poderosos.

Aunque eventualmente fue obligado a retirarse a una vida de oración y arrepentimiento, Marciel nunca fue declarado culpable por las autoridades eclesiásticas del Vaticano y mucho menos fue obligado a enfrentar una investigación criminal en cortes civiles. Este año, el Papa Francisco otorgó una indulgencia — que es básicamente un perdón — a los Legionarios de Cristo.

Sodalicio fue fundado en 1971 y está formalmente registrado ante El Vaticano. En 2010, los rumores acerca de los abusos comenzaron a filtrarse en un blog en español llamado Las Lineas Torcidas, dedicado a la pedofilia en la iglesia.

Pero fue el libro Half monk, half soldier, escrito por Ugaz y Pedro Salinas, publicado el año pasado, el que catapultó el tema fuera de las sombras.

El libro incluye testimonios anónimos sobre abuso sexual en la organización a manos de Figari y otros miembros adultos. Se cree que todo se detuvo en la década de los 90; Salinas y Ugaz creen que esto se debe a que otros miembros de Sodalicio descubrieron los abusos y rápidamente ocultaron todo.

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'Me disculpo ante las víctimas de cualquier abuso o maltrato que hayan experimentado por cualquier miembro de nuestra organización'.

La fiscalía general de Perú dijo a VICE News que la investigación está activa, pero que los detalles se mantienen como confidenciales porque aún está en una fase preliminar. Pero con una "fecha de caducidad" de 20 años para perseguir delitos sexuales, el tiempo se escapa rapidamente para llevar a los abusadores ante la justicia.

El pasado octubre, sólo después de una considerable presión mediática, Sodalicio reconoció que las acusaciones contra su fundador y otras figuras de peso eran "posibles". Las "otras figuras" incluyen a la mano derecha de Figari, Germán Doig, quien murió en 2001 y quien fue propuesto para ser nombrado santo por Sodalicio.

En una respuesta por correo electrónico a preguntas hechas por este medio a principios de año, el vocero de Sodalicio, Fernando Vidal, dijo que la policía no los contactó en la década de los 90, cuando se dieron a conocer las primeras acusaciones contra la organización, porque Doig era la persona encargada de lidiar con esos temas.

Vidal añadió que el grupo está "firmemente comprometido a aclarar los hechos", cooperar con los investigadores, dar compensaciones a las víctimas y asegurarse que los crímenes no se repitan.

Sobre el presunto victimario de Urbina, Vidal añadió "no tememos lazos ni contacto con él desde que dejó la institución hace años".

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La respuesta al escándalo por parte del arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani — el ultraconservador prelado que es uno de los sólo dos cardenales de la famosa y estricta orden de Opus Dei — ha sido similarmente ambigua.

Él ignoró el caso completamente hasta que fue inevitable hablar de ello en octubre pasado y llamó a suspender a Figari de Sodalicio. Sin embargo, también advirtió durante un sermón que no aceptaría críticas "de falsos moralistas que quieren maltratar a la Iglesia".

Urbina, quien ahora tiene su propio negocio de bicicletas en Cologne, Alemania, afirma que su prioridad es impedir que otros niños y adolescentes sufran un trauma similar.

'Me he sentido tan culpable, no por lo que sucedió, sino porque no hablé antes'.

Aunque está orgulloso de ser el hombre en el que se ha convertido, también recuerda cómo fue expulsado de la escuela en el tiempo en que fue abusado y añade que la experiencia ha afectado su vida sexual y requiere ver a un psiquiatra.

"Me tomó mucho tiempo darme cuenta cómo esto me había afectado y cómo me moldeó psicológicamente", dice. "Este tipo era supuestamente mi guía espiritual. Supuestamente estaba ahí para ayudarme a crecer, convertirme en una mejor persona y y lidiar con mis problemas personales. No debía arruinarme".

VICE News no pudo contactar al presunto abusador, quien ahora vive en Illinois, pese a varias llamadas telefónicas.

"Me he sentido tan culpable, no por lo que sucedió, sino porque no hablé antes", cuenta Urbina. "Por eso estoy hablando ahora. Si sólo pudiera impedir que un niño más sea abusado, sería feliz".

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